lunes, 9 de marzo de 2015

La parálisis cerebral

                                                               



                                                              Parálisis Cerebral
          Bobath, (1940), fundadores del famoso centro Bobath de Londres - Inglaterra, señalan que la parálisis cerebral es un grupo de condiciones resultantes del daño o mal desarrollo del cerebro que ocurre en la temprana niñez. La lesión es estacionaria e interfiere con la coordinación normal, incapacidad para mantener la postura normal y realización del movimiento. Al impedimento motor se asocia frecuentemente disturbios: sensorial, retardo mental y/o epilepsia.
     Por otra parte Prado, y  González, M. (S.A), definen a la parálisis cerebral como un proceso dinámico, caracterizado por disturbios motores que se acompañan frecuentemente de alteraciones sensoriales, perceptuales, intelectuales, de la comunicación y epilepsia secundaria. El agente etiológico de naturaleza variable no es progresiva e incide en el cerebro inmaduro, durante el embarazo, parto o después del parto. El proceso es susceptible de ser mejorado mediante técnicas adecuadas para estimular el sistema sensorio motriz, favoreciendo el desarrollo de patrones motores, lo más cercano a lo normal que compiten con patrones anormales. La secuela establecida puede agravarse cuando incide sobre el área lesionada u otra zona del cerebro, un nuevo agente de riesgo biológico y ó psicosocial.
     A continuación se conocerá a profundidad las diferentes clasificaciones de la parálisis cerebral y así tener un panorama mucho más amplio de esta condición.
La parálisis Cerebral Espástica.
     En esta forma de parálisis cerebral, que afecta de 70 a 80 por ciento de los pacientes, los músculos están rígidos y contraídos permanentemente. A menudo los médicos describen la clase de parálisis cerebral que el paciente padece basándose en las extremidades afectadas. Los nombres asignados para estas clases de enfermedad combinan una descripción latina de las extremidades afectadas con el término plejia o paresis para significar paralizado o débil respectivamente.        
      Cuando ambas piernas se afectan de espasticidad, éstas puedan encorvarse y cruzarse a las rodillas. Esta postura anormal de las piernas, de apariencia de tijeras, puede interferir con el caminar.
     Los individuos con hemiparesia espástica pueden experimentar también temblores hemiparéticos, en los cuales sacudidas incontrolables afectan las extremidades de un lado del cuerpo. Si estas sacudidas son severas pueden obstaculizar seriamente el movimiento.
La Parálisis Cerebral Atetosis.
     Esta forma de parálisis cerebral se caracteriza por movimientos retorcidos lentos e incontrolables. Estos movimientos anormales afectan las manos, los pies, los brazos o las piernas y en algunos casos los músculos de la cara y la lengua, causando el hacer muecas o babear. Los movimientos aumentan a menudo durante períodos de estrés emocional y desaparecen mientras se duerme. Los pacientes pueden tener problemas coordinando los movimientos musculares necesarios para el habla, una condición conocida por disartria*. La parálisis cerebral atetosis afecta aproximadamente de 10 a 20 por ciento de los pacientes.
La Parálisis Cerebral Atáxica.
     Este tipo de parálisis afecta el equilibrio y la coordinación. Las personas afectadas caminan inestablemente con un modo de caminar muy amplio, poniendo los pies muy separados uno del otro, y experimentan dificultades cuando intentan hacer movimientos rápidos y precisos como el escribir o abotonar una camisa. Los pacientes pueden presentar temblores continuamente, en la medida que se acercan para tomar un objeto los temblores aumentan, causando mayor dificultad para agarrar.
     Clasificación Topográfica de la  Parálisis Cerebral   
Cuadriplejía.
     Es un compromiso que se observa en las cuatro extremidades, con anormalidades en la postura y los movimientos.
Diplejía.
     Compromiso de las cuatro extremidades, mayor en miembros inferiores y mínimo en los superiores, con déficit de coordinación y motricidad fina, son funcionalmente muy buenos.
Hemiplejía.
     Se encuentra afectado uno de los lados del cuerpo, mayormente se observa en miembro superiores, como consecuencia de hemorragia o evento vascular isquémico de un hemisferio.
Doble Hemiplejía.
     Cuando hay compromiso de las cuatro extremidades, es más severo en los miembros superiores que el de los miembros inferiores.
Alimentación en Niños o Personas con Parálisis Cerebral
     Barboza (2005) afirma que los  niños o personas con parálisis cerebral por lo general suelen tener de problemas de motores que producen problemas serios en los músculos de la boca, garganta y lengua, que ocasiona el babeo y además problemas en las funciones que se utilizan para alimentarse como: comer y tragar esto causa desnutrición, problemas de desarrollo y crecimiento y además lo hace más vulnerable a infecciones.
     La desnutrición en estos niños está determinada por la etiología del problema y por sus  consecuencias, como lo son la presencia o no de convulsión, el tipo de convulsiones: hipotónicas o hipertónicas, la dificultad motora en el área oro-faríngea, el tipo y la magnitud del compromiso motor que va desde la inmovilidad hasta la hiperactividad.
     También son factores condicionantes  la calidad y la cantidad de dieta, poco entrenamiento de los familiares del niño en los cuidados  necesarios debido a su patología, esto por parte de un equipo multidisciplinario.
      
Deglución
     La deglución es un proceso complejo que realiza el ser humano para poder alimentarse, Queiroz (2005) la define como es una actividad neuromuscular compleja, que puede ser iniciada conscientemente, durando de 3 a 8 segundos. Participan de la deglución unos 30 músculos y 6 pares encefálicos. Los pares encefálicos que toman parte en la deglución son: trigémino-V, facial-VII, glosofaríngeo-IX, accesorio espinal-XI e hipogloso-XII. La deglución está presente desde la octava semana de la gestación, siendo una función vital, pues es necesaria para garantizar la supervivencia del individuo.
     Para entender mejor el proceso de la deglución, lo dividiremos en cuatro fases:
·         La primera es la preparatoria:  Cuando preparamos el alimento mordiéndolo y masticándolo, para que el mismo pueda ser transformado en un bolo homogéneo, facilitando la deglución
·         La segunda fase es la oral: Después de preparado, el alimento será posicionado sobre la lengua, que se acoplará al paladar duro, iniciando un movimiento ondulatorio de adelante hacia atrás, para llevar el bolo al fondo de la boca. Cuando el alimento sólido o líquido, junto con el dorso de la lengua, toca los pilares anteriores, se desencadena el reflejo de deglución propiamente dicho. Este es accionado por el glosofaríngeo.
·         La tercera fase de la deglución: Que es la faríngea. El paladar blando se cierra, evitando el pasaje del bolo para la nasofaringe. La pared posterior de la faringe avanza, comprimiendo el bolo contra el dorso de la lengua. El alimento no podrá subir, ya que el paladar blando está cerrado, ni volver a la boca, porque el dorso de la lengua está impidiendo su pasaje para la cavidad bucal. Por lo tanto, el alimento tendrá que bajar. La epiglotis cierra la glotis y también se cierran las cuerdas vocales. Todas estas acciones son necesarias para que no haya pasaje del bolo para las vías respiratorias. En ese instante la faringe se elevará, facilitando este bloqueo que será concomitante a la abertura del músculo cricofaríngeo, para que el alimento pueda entrar en el esófago.